Por: Arianny Benítez

De las cosas que más nos cuesta a los venezolanos al emigrar, es volver al oficio que nos hace realmente felices, ese que estudiamos, aprendimos y al que en nuestra tierra le dedicamos mucho tiempo, esfuerzo y amor. Pero, es esa esperanza de ejercer la que entre otras cosas nos mantiene siempre firmes, luchando y buscando hasta lograr de nuevo hacer ese trabajo que tanto nos mueve el corazón.

Es el caso de Andrea del Alba, una venezolana oriunda del estado Mérida, quién pisó suelo sureño hace más de 2 años, pasando como todos por altos y bajos, trabajos increíbles otros no tanto, pero ninguno en eso que ella tanto ama que es el arte.

En Venezuela hizo televisión, radio, teatro y producción, siempre entre sus aguas, y no fue si no en el 2019 cuando Andrea, pudo volver a ejercer, primero por su cuenta creando junto a su compañera de pila Jeanyli Berné un canal de Youtube “Andy&Jean” que hoy cuenta con más de dos mil suscriptores, luego fue convocada para ser una de las protagonistas de la obra teatral “Allá donde uno es feliz” que se presentó durante el primer Festival de Teatro Venezolano en Buenos Aires y que salió ganadora del Premio Principal como “Mejor Obra” de todo el Festival.

Y ahora la venezolana se prepara para enfrentar su primer protagónico en la pantalla grande, en una película que se grabará entre Brasil y Uruguay y lleva por nombre “La Semilla del Girasol” de género realismo mágico y suspenso, escrita y dirigida por el Venezolano Rafael Cabello Wagner y de la que tendremos más detalles para este 2020, el film contará con la participación de grandes figuras venezolanas y de talla internacional como Gledys Ibarra (Venezuela), Javier Jattin (Colombia), el ex RBD Cristopher Uckerman (México) y muchos más.

Desde El Tricolor nos emocionamos y aplaudimos de pie estos logros de Andrea quien luchó incansablemente por regresar a la actuación, y que buena manera de hacerlo, le deseamos un gran 2020, y agradecemos por hacer que los venezolanos sigamos dejando en alto el nombre de nuestra tierra, es un gran ejemplo de admiración por su constancia, trabajo y disciplina. Sin duda, los buenos somos más.