Junto al presidente ruso, Vladimir Putin y al vicepresidente estadounidense, Mike Pence -recién llegados a Israel- y otros 40 líderes internacionales, el presidente Alberto Fernández participa hoy de una ceremonia para recordar el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.

Tal como estaba previsto y en medio de medidas de seguridad imponentes, más de 10.000 agentes en las calles y con la ciudad semi-vacía y paralizada debido a cortes, todo ocurre en el emblemático memorial de Yad Vashem, el principal monumento erigido por Israel en memoria de las víctimas de la Shoah -el Holocausto-. Es uno de los museos más intensos e impactantes que puedan visitarse, ubicado en el Monte de la Memoria y dedicado a los 6 millones de judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis.

Mientras su comitiva, formada por su pareja, Fabiola Yáñez; por el canciller, Felipe Solá; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el diputado Eduardo Valdes y el vocero presidencial Juan Pablo Biondi, también se encuentran en este sitio de gran valor simbólico, Fernández participó de una recepción solo para presidentes en otro sector de este monumental complejo.

Allí, como sucedió anoche, volvió a verse con los presidentes y el premier de Israel, Reuven Rivlin y Benjamin Netanyahu -con los que tendrá reuniones privadas mañana-; y con los jefes de Estado de Francia, Emmanuel Macron, y de Italia, Sergio Mattarella, a quienes verá en el segundo viaje de su mandato, que emprenderá la semana próxima, luego de volver a Buenos Aires por cuatro días, y que comienza con una audiencia con el papa Francisco.