Hengdian World Studios suspendió sus actividades hasta nuevo aviso como medida de prevención. Los cines en el país cerraron, por lo que la industria renunció a una de sus épocas más lucrativas del año, las vacaciones del Año Nuevo chino.
La industria cinematográfica también sufre la crisis del coronavirus. El estudio de cine más grande del mundo, el Hengdian World Studios, cerró para frenar la expansión de un virus que ha causado la muerte de 304 personas.
La empresa cinematográfica anunció esta semana el cierre de su parque de atracciones, así como la paralización de varios rodajes de películas y series.
Todo ello para colaborar en la prevención de la expansión de la enfermedad que ya padecen 14.380 personas, la mayoría localizadas o relacionadas con la ciudad de Wuhan, en el estado de Hubei, epicentro del foco.
Se paralizaron hasta nuevo aviso producciones en los estudios de Hengdian así como en otras ciudades como Shanghái, Ningbo, Hainan, Hangzhou o Chongqing. La situación reducirá considerablemente el número de productos audiovisuales rodados en China este año.
El sector cinematográfico será uno de los que más sufra las consecuencias del brote vírico, porque además los cines de todo el país están cerrados. La industria tuvo que renunciar a una de sus épocas más lucrativas del año, las vacaciones del Año Nuevo chino.
Esta situación repercutirá también en los ingresos de las productoras internacionales y la cartelera mundial perderá millones por el colapso de la segunda industria cinematográfica más relevante del mundo.
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