Por: Mireya Rodríguez / @mireyarodriguez27
El ahorro, la inversión, la protección personal y patrimonial son la base de una gestión financiera saludable y la garantía del bienestar familiar presente y futuro. Esta previsión permite enfrentar con tranquilidad los vaivenes de la vida y los cambios bruscos del entorno económico, laboral y político.
¿Qué pasa cuando no hemos tenido esta visión previsora y acontecen catástrofes mundiales como las que estamos viendo? De manera totalmente imprevista, hemos sido confinados en nuestras casas y todavía no sabemos cuánto tiempo durará esta situación ni cuando se reactivará la actividad económica.
La realidad es dura. Estamos presenciando algo nunca visto: la ausencia de ingresos, el cierre de empresas y muchos despidos, trayendo consigo las dificultades para asumir los gastos más elementales de salud, vivienda y alimentación, entre otras.
¿Cómo podremos enfrentar la fuerte recesión económica que se avecina?
Seguramente pensarás ¿quién va a pensar en ahorrar o invertir ahora, en estos tiempos de pandemia, si apenas puedo cubrir mis gastos? Pues justamente por eso es que es necesario y urgente pensar ahora en ello. Si lo hubiéramos hecho antes, estaríamos mejor preparados para esta contingencia y las que acontecerán en el futuro.
Es justo en estos momentos donde te das cuenta que puedes ser víctima de contagio (para el cual todavía no existe cura alguna), adquirir una enfermedad incapacitante, quedarte sin ningún tipo de ingresos e incluso, fallecer y dejar una enorme carga financiera a tu familia, sin nada que los proteja y les ayude a salir adelante.
Es hora de hablar sin pelos en la lengua ¿qué estás esperando que pase para hacer lo que tienes que hacer? El mundo cambió y el Estado no pude atender a toda la población. Está claro que debemos asumir la responsabilidad de construir nuestra seguridad, con el agravante que no podrás adquirir una póliza si ya has sido contagiado.
No puedes cambiar lo que está pasando. Lo único que puedes cambiar es lo que puedes hacer tu mismo/a. Frente a este escenario, es el mejor momento para diseñar una estrategia que permita ordenar tus finanzas personales y las de tu familia.
Y que si no puedes iniciar personalmente un fondo de ahorro lo podrías hacer con los miembros de tu familia, para así tener asegurado aunque sea un ingreso por un año mientras se reconvierten o buscan otras opciones. Eso es perfectamente posible. Existen variadas herramientas al alcance de tu mano, pero siempre supondrá un esfuerzo.
Si no tuvimos la visión previsora, al menos aprendamos la lección. Es hora de adquirir conciencia de lo importante que es estar protegido en situaciones críticas como la que estamos viviendo. La hora de comenzar es ahora, justo en plena crisis. No debe pasar un día más sin que te decidas a usar alguna herramienta de ahorro, inversión o protección.
Aunque sea comenzando con poco, puedes comenzar con una inversión de 50 dólares y si es en familia mucho más fácil será. Debes tener voluntad de hierro y buscar soluciones para vivir con el dinero que tienes al mes. Son estrategias que a largo plazo te darán frutos, sin importar la crisis económica.
Si crees que es imposible, nunca sucederá. Si crees que es posible, ya existe. Escríbeme y lo haremos realidad.

0 comentarios