En la previa de otra semana decisiva para la continuidad de la cuarentena en la zona metropolitana, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, busca alternativas para no retroceder hacia la fase 1 de aislamiento estricto, una opción impulsada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para frenar la ola de contagios en su territorio.
«Por ahora resistimos la presión», reconoció a los medios nacionales uno de los integrantes del gabinete de Rodríguez Larreta, quien el viernes -junto a Kicillof- adelantó que si el ritmo de contagios se aceleraba de manera dramática «en algún momento tendremos que tomar medidas más estrictas», aunque dejó en claro que «coordinar no significa tomar las mismas medidas» que en la provincia de Buenos Aires.
En paralelo, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, insistió ayer en la necesidad de endurecer la cuarentena
En principio, el presidente Alberto Fernández anunció el viernes que se reuniría hoy con Rodríguez Larreta y Kicillof para definir la continuidad de las medidas: el encuentro está previsto para las 12.30. Desde la ciudad -y también desde el gobierno nacional- descartaron que en esa reunión se defina el regreso a la fase 1 «por quince días», como lo proponen desde el gobierno bonaerense.
«Vamos a tratar de sostener que los comercios que ya abrimos sigan abiertos, y que la gente siga saliendo a correr», reconocían altas fuentes porteñas, aunque la suba en la cantidad de casos abre un interrogante sobre el éxito final de ese intento. Desde la provincia, en cambio, pedían avanzar con un endurecimiento lo antes posible.
«Es difícil tomar decisiones los lunes o martes, porque los números los fines de semana bajan, la gente no se acerca a los efectores de salud», se atajaron cerca de Rodríguez Larreta, mientras desde el gobierno porteño confirmaban que la directora del teatro Colón, María Victoria Alcaraz, se transformaba en el sexto funcionario contagiado en solo una semana.
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