El desplome histórico en los precios del petróleo, en medio de la crisis de demanda global y la pandemia COVID-19, también afecta al país y según datos del propio presidente ilegítimo de la República, Nicolás Maduro, la noche de este martes, el precio del crudo venezolano se ubica hasta los 10 dólares por barril, muy por debajo del costo de producción que rondaba los 18 dólares.

Maduro se refirió al caso dramático de Estados Unidos cuyo cierres son negativos. Nada más el lunes 20 de abril, por primera vez en la historia, el petróleo en la nación norteamericana cayó por debajo de $0, el petróleo intermedio de Texas (WTI) protagonizó un desplome de 305%, «llegó a cero», recalcó.

«Estados Unidos tiene que pagar para que se lo lleven (sus barriles). El petróleo venezolano llegó a diez dolares, pero estamos preparados. A Venezuela no la detiene ni petróleo a diez ni a menos diez», destacó el Presidente.

Los precios se han visto muy presionados en los últimos días con el brote de coronavirus complicando el panorama mundial, hace más de una semana Arabia Saudita y Rusia finalmente habían acordado recortar el suministro en 9,7 millones de bdp, pero eso no bajará rápidamente el exceso global.

En tanto, en el mercado de futuros de Londres la cotización del Brent también se fue a la baja y ayer 21 de abril se mostró por debajo de 16 dólares.

La pandemia tiene paralizada la economía mundial, está agotada la capacidad de almacenamiento. La semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calificó el 2020 como «el peor año de la historia para el petróleo» y se refirió al presente mes como «abril negro».

Alertó además que el exceso de oferta pondría a prueba la capacidad mundial de almacenar crudo, con el riesgo de que la saturación en algunos yacimientos obligue a parar la producción.
A su vez, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) pronóstico que la demanda de crudo descendería en torno a 20 millones de barriles por día en abril. En conjunto del año, la demanda se reducirá en 6,91 millones de barriles por jornada.

La crisis se agravó después de que Arabia Saudita, miembro de la Opep lanzará una guerra de precios contra Rusia que pertenece a la organización, pero ambos países pusieron punto final a las disputa a principio de abril aceptando, junto con otras naciones, reducir la producción en casi 10 millones de barriles diarios para impulsar mercados afectados por el virus.