En estos tiempos tan complicados animarse a emprender es algo que requiere mucho valor y coraje, pero son en los momentos más difíciles donde logramos sacar lo mejor de nosotros mismos, y así fue como nació Rucio Moro. 

Ubicado en pleno corazón del barrio de Palermo, este emprendimiento gastronómico llegó a la ciudad de la furia para traer todo el sabor del llano venezolano. Liderado por Enrique Pacheco de profesión abogado y oriundo de la ciudad de Cariaco estado Sucre, él llegó a la Argentina hace 4 años aproximadamente, como todos los venezolanos con una maleta cargada de muchos sueños y metas por cumplir, que con el pasar del tiempo y gracias al esfuerzo, trabajo, paciencia y dedicación se fueron haciendo realidad.

Fue gracias a sus primeros trabajos en la ciudad, que surgió esta idea emprendedora que 

inició con un kiosco en microcentro en el año 2017 en sociedad con una amiga, al pasar del tiempo y gracias a la receptividad que estaban teniendo en ese momento, tomaron la decisión de abrir un restaurante venezolano en conjunto, al llegar la cuarentena, se separan las sociedades y Enrique junto a su pareja deciden crear este otro proyecto gastronómico, que aún en tiempos difíciles quisieron apostar al país y a sus ganas de seguir creciendo y ver cumplir sus sueños.

El local fue inaugurado el  28 de septiembre de este año  y su nombre nace de una lluvia de ideas y de la carencia que había en el rubro en cuanto al concepto llanero. El llano es algo muy característico de la cultura y gastronomía venezolana, por ende decidieron registrarlo con ese nombre de Rucio Moro que al escucharlo, nos remonta enseguida a nuestra arpa, cuatro y maracas.

La estrella de la casa a nivel gastronómico es la cachapa, cuentan con muchas opciones de rellenos y combinaciones para degustar, el rey de la casa es la parrilla mar y tierra, otro de los favoritos e infaltables son los tequeños, para los argentinos que los visitan el plato que más piden es la arepa. Su menú es bastante amplio y ofrecen gran variedad de propuestas para todos los gustos, son sin duda un infalible si de darse un rico gusto con sazón venezolano se trata, la música llanera de fondo, buenos sabores y la calidez humana, lo hace un lugar que nos transporta a nuestra tierra Venezuela desde que entras al lugar.

“Perder el miedo y anclarse en la fuerza de voluntad, trabajo duro, confianza, ganas y educarse, es suficiente como herramientas para sacar cualquier sueño o proyecto adelante, hay que animarse” Enrique Pacheco.

Con este venezolano y todo su equipo de trabajo, queda demostrado que los buenos somos más, que las ganas y el empuje por crecer es más fuerte que cualquier adversidad, y que el que quiere, puede siempre. La magia para lograr lo que soñamos está dentro de nosotros mismos.

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